Retraso de la Ley de Plásticos de un Solo Uso en Chile: Un Ataque Directo a la Sustentabilidad" (2024)

La postergación de la implementación de la Ley de Plásticos de un Solo Uso (PUSU) en Chile no es simplemente un retraso administrativo, sino un grave retroceso en la lucha contra la contaminación plástica. A casi tres años de su promulgación, la ley sigue sin ser implementada plenamente debido a la inexplicable demora en la elaboración del reglamento por parte del Ministerio del Medio Ambiente. Esta inacción tiene consecuencias ambientales y sociales significativas, cuestionando seriamente el compromiso del gobierno con la sustentabilidad.

Cabe destacar que lo mismo ha sucedido con nuestra ley REP promulgada en el 2016 y que a 8 años aún no tenemos reglamento para todos los productos prioritarios de la Ley con una notable complejidad para su armado y definición.

Volvamos a la Ley PUSU (Plásticos de Un Solo USO). La Ley 21.368, promulgada el 13 de agosto de 2021 (Gobierno del Presidente Sebastián Piñera) , fue diseñada para reducir drásticamente el uso de plásticos de un solo uso y fomentar el reciclaje en Chile. La ley estipulaba un plazo de seis meses para que el Ministerio del Medio Ambiente elaborara el reglamento necesario para su implementación. Sin embargo, a casi tres años de su promulgación, el reglamento sigue sin ser aprobado, se llamó a consulta pública recién en marzo 2024 (Gobierno del Presidente Gabriel Boric), y la ley continúa sin aplicarse de manera efectiva.

En Chile, se generan aproximadamente 23.000 toneladas de plásticos de un solo uso cada año según el Ministerio de Medio Ambiente. De esta cantidad, solo un 8,5% se recicla, lo que significa que más de 21.000 toneladas de plástico terminan en vertederos o, peor aún, en el medio ambiente cada año. Esto equivale a cerca de 63.000 toneladas de plástico acumuladas desde que la ley debería haber entrado en vigor y 115.000 cuando entre en vigencia con el aplazamiento, esto es unas 10 ballenas azules completas de plasticos donde al menos una o 2 de ellas en equivalencia en plástico la aportaremos al mar. 15% de este plástico, es decir, aproximadamente 17.250 toneladas, podría terminar en el mar.

El Ministerio del Medio Ambiente tenía la responsabilidad de actuar con celeridad para garantizar la implementación de esta ley crucial. Sin embargo, la falta de acción efectiva durante casi tres años refleja una alarmante falta de prioridad o de capacidad para enfrentar la crisis de los plásticos, que al parecer no es la única crisis que vive, la otra que ya analizamos es la de los permisos ambientales.

Algunos sectores empresariales han defendido la postergación de la ley, argumentando que necesitan más tiempo para adaptarse, lo que es altamente comprensible, han pasado 3 años y no hay certezas jurídicas para aplicar la ley y parece que no lo habrá durante un tiempo largo. A pesar de todo las empresas han tenido tiempo suficiente para ajustar sus modelos de negocio y adoptar prácticas más sostenibles, la mejora va en camino pero siempre va a ser mejor hacerla bajo un marco regulatorio realmente conversado y conocido que hoy no tenemos.

Cada día que se retrasa la implementación de la Ley PUSU, el medio ambiente paga un precio altísimo. No solo se continúan generando miles de toneladas de plásticos de un solo uso, sino que se pierde la oportunidad de reducir costos y mejorar la eficiencia a través de la economía circular. El costo ambiental de estos plásticos es inmenso, contaminando suelos, cuerpos de agua y, eventualmente, los océanos, donde se descomponen en microplásticos que afectan la vida marina y humana.

El retraso en la implementación de la Ley de Plásticos de un Solo Uso en Chile es un fallo grave en la política pública ambiental. La inacción del Ministerio del Medio Ambiente y la resistencia del sector empresarial han permitido que toneladas de plástico continúen contaminando nuestro país y nuestros océanos. Es urgente colaborar, conversar y por cierto resolver, estas medidas nunca dejarán felices a todos los actores pero hay que avanzar. Chile no puede permitirse seguir postergando acciones que son esenciales para su futuro ambiental y social y una nueva fuente de trabajo e industria que se debe desarrollar en nuestro país.

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conversemos. Humberto Salinas / Experto en Desarrollo Estratégico Sostenible.